martes, 16 de abril de 2013

No le hagas el favor a Maduro.


"La violencia crea más problemas sociales de los que resuelve"
M. Luther King

Recuerdo como si fuera el día de ayer cuando tenía 12 años y caminaba de noche por mi zona mientras mis vecinos caceroleaban exigiendo la renuncia del entonces presidente,  acompañando la bulla de sus ollas junto a consignas que pedían un cambio de gobierno. Eran los días del paro.

Y lo recuerdo como si fuese ayer, pues precisamente ayer vi algo muy parecido.

Y aunque hoy tenemos contextos institucionales y políticos abismalmente diferentes (es decir, hoy contamos como con más apoyo, nuestra lucha es mucho más legítima, y el sistema es ahora mucho más injusto),  ayer vi unas cuantas actitudes no tan distintas que me preocuparon un poco. Me refiero básicamente a dos: la violencia (ya sea verbal o física) y la polarización.

Sobre la polarización sé mucho, más por experiencia que por otra cosa. Nací y crecí en la parroquia más opositora del país, El Cafetal. En la misma el chavismo nunca ha superado el 8% de los votos, ni siquiera en sus mejores tiempos. Es el lugar donde nada más y nada menos residen ¨Las viejas del Cafetal¨,  y considerando que mi madre tiene más de 50 años y vive en El Cafetal, puedo decir que comparto a diario con gente que se encuentra en un polo del espectro político venezolano.

Es cierto que la gente ha llegado a tales niveles de polarización en gran parte por culpa del discurso conflictivo de la dirigencia chavista. Es cierto también que la dificultad de comprender al otro beneficia al madurismo, y por ello lo han promovido. Lamentablemente algunos en han caído juego del gobierno (aunque no los culpo).

Por suerte, siempre sentí intriga por comprender al otro. Tuve la oportunidad de hacerlo al entrar en la UCV, donde en los primeros semestres conocí y comprendí a la gente chavista que vive en Altagracia, Sucre, Coche y demás parroquias donde gana el chavismo.

Desde aquel tiempo supe que tener empatía y comprender al otro era la clave para romper la polarización, y más aún, la clave para que la oposición pudiera crecer y algún día ser gobierno.

Es por ello que cuando  veo lo que sucedió ayer, donde la actitud de muchas personas recuerda a la polarización de años anteriores, lo mínimo que puedo hacer es llamar a la gente en no caer en el juego polarizante del gobierno, y por ello escribo este artículo.

Ahora, sobre la violencia. A diferencia de la polarización, sé sobre la violencia principalmente gracias a la teoría. En la historia vemos como la agresión difícilmente lleva a algún lado. Menos aún tiene algún sentido cualquier expresión de violencia (verbal o física) cuando son otros quienes tienen las arman, y quienes buscan un enemigo externo para cohesionarse y legitimarse. Al contrario, todo el que ha conquistado una meta a través de la paz, lo hace en buena lid, y pasa a la historia como un liderazgo ejemplar.

Ayer a las 5 PM vi en la calle a algunas personas en actitud de violencia (principalmente verbal y gesticular, pero violencia al fin).  Cuando yo les comentaba que era innecesario (y un autogol) lo que estaban haciendo, me respondían: "tenemos 14 años siendo unas maricas, dejándonos joder". A la gente al rededor no le importaba y parecían estar de acuerdo con lo que estaba haciendo esta gente. Es difícil dialogar con gente que no quiere escuchar.

Yo creo que cualquier acto de violencia en que incurra cualquiera, nos perjudica. Nos perjudica pues nos hace perder legitimidad,  nos resta gente y evita que sumemos. Hace falta disciplina no violenta. Lo contrario es  ayudar a Maduro pues le da excusas para deslegitimar nuestra lucha, le da excusas para revivir el 11 de Abril, le da lo que más necesita con urgencia: algún tipo de argumento con que pueda atacar a los demócratas y así defenderse a sí mismo.

Pues bien, poco después de aquellas escenas, Capriles se dirigió de nuevo a la nación a eso de las 7 PM. Mientras hablaba, dos amigos míos (que son bien progresistas y creen en la reconciliación) comentaban que les gustaría ver declaraciones más contundentes.

Yo en cambio les comenté: "¿Acaso no lo ven? Este tipo es un genio, logra romper con la polarización cuando todas las tendencias llaman a polarizar. Son la clase de palabras que nos hacen sumar gente, y que le hacen seguir perdiendo gente al madurismo ante su discurso divisivo. Su llamado a la paz es además el liderazgo responsable que necesitamos. Espero que la gente lo escuche y siga sus palabras"

Luego de eso decidí volver a casa. Tuve que hacerlo caminando (desde Bello Monte) pues el transporte público había dejado de funcionar. Es decir, caminé por Bello Monte, Las Mercedes y Chuao, zonas claramente opositoras. Todo a eso de las 8 PM.

Mientras lo hacía, observaba con ojo de politólogo como caceroleaba la gente. Cuando pasaba caminando entre grupos de personas que caceroleaban, me veían un poco raro, como preguntándose porque yo no andaba en lo mismo. Lo más curioso fue cuando un carro pasó a mi lado y el copiloto me gritó: “Chavista!”, como si supiera quien soy o que hago.

En verdad, yo comprendo la molestia de la gente. Es indignante que una elección tan ajustada no sea revisada con lupa, y más cuando el gobierno usó al Estado como maquinaria movilizadora, y como método de intimidación y amenaza para hacer que la gente votara por ellos, como también para asustar a nuestros heroicos testigos democráticos, quienes tuvieron que verle la cara al fascismo. Pero si no comprenden porque Capriles insiste en no polarizar, permítanme explicarlo mejor:

Se puede exigir sin polarizar. Una cosa es atacar a la élite madurista, que quiere atornillarse en el poder, y otra muy distinta es insultar o atacar al chavista en general. Lo primero es inteligente y le resta apoyo a ellos, lo segundo es torpe, no nos trae apoyo y hace difícil la cohesión social.
Quien se beneficia de la polarización y la violencia es Maduro. 

Ojo, yo no sigo ciegamente a los líderes. En su momento he criticado (muy a lo interno) ciertas declaraciones de Capriles con respecto a la realidad institucional del país. Y no confundan no polarizar con ser blandengue, yo también he llevado piedras y botellas por parte de grupos violentos. Pero creo que en este momento caer en discursos polarizantes y actitudes violentes solo va a fortalecer a la dirigencia chavista, traerá recuerdos tristes de años pasados, y por tanto nos va a debilitar. Evitemos ser víctimas de nuestras pasiones, evitemos ser víctimas del discurso de división de los enchufados.

Por ello te digo a ti, que fuiste al colegio conmigo. A ti, que estudiaste en la universidad conmigo. A ti, que haces activismo en mi mismo partido. A ti pues, que eres opositor. Te llamo a que juntos con Capriles rompamos la polarización y desechemos la violencia. Que exijamos nuestros derechos, eso sí, con firmeza y contundencia, pero de manera no violenta. Vayamos a la calle, pero en PAZ. Nadie debe temer a elevar su voz si le acompaña la razón. Solo así dejaremos de ser oposición, y pasaremos a ser la solución.

Caer en la violencia o en un discurso polarizante echa por tierra el gran esfuerzo que ha hecho Capriles por romper la polarización y unir el país, pero peor aún, le hace un gran favor a los enchufados.

Y como sé que quieres salir de los enchufados, confío en que no le harás ese favor a Maduro.

“No hay caminos para la paz, la paz es el camino” 

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