viernes, 8 de marzo de 2013

Les interesa nuestro petróleo, no nuestra gente.


"Los estados no tienen  ni amigos ni enemigos, los estados tienen intereses"

Hoy nos visitan representantes de 56 países, 22 de los cuales son Jefe de Estado y/o gobierno de sus respectivas naciones.

Algunos de ellos son verdaderos hipócritas. Muchos vienen por admiración genuina, otros por arrastrados, y otros por intereses descarados. Pero hoy versaré sobre los hipócritas, y comenzaré con una analogía:

Cuando los Estados Unidos junto a otros países invadió Irak en 2004, lo hizo bajo la excusa de buscar armas de destrucción masiva. Cuando no las encontró, se excusó bajo el paragua de la libertad y democracia de los Iraquíes.

La verdad es que quienes intervinieron poco les importaba el futuro de los Iraquíes. Los Estados tienen intereses, no son agentes de buena caridad que sacrifican sus recursos para defender a otros, pues si de defender personas y su libertad se tratase, Corea Del Norte hubiese sido invadida mucho antes. Pero Corea del Norte no tiene petróleo, Iraq sí.

Esa es la tragedia de un país petrolero, todos lo conocen y manifiestan su interés por ellos, y pocas veces por su gente.

Hoy, luego de dos meses de violaciones a nuestra Constitución e Instituciones, luego de dos meses de relativo silencio por parte de la llamada comunidad internacional, cuando veo venir tantas delegaciones, no puedo dejar de olvidar que, al igual que Iraq, somos un país petrolero.

Yo no estoy criticando que vengan a un funeral, eso es algo de lo más normal. Los que criticaré es lo que esos estados han hecho (o más bien han dejado de hacer) en los últimos dos meses, y lo que probablemente dejarán de hacer.

Más allá de lo interesante que pueda ser ver a Mahmoud Ahmadinejad y a una delegación norteamericana en un mismo lugar, llama la atención el rol que han jugado otros Estados democráticos ante la dinámica venezolana, y como se hacen la vista gorda ante lo que sucede.

Sobre países como  Rusia, China e Irán no haré mayores comentarios, pues poco espero de ellos. En Rusia asesinan selectivamente periodistas de oposición, en China reprimen a los Eighur, a los Tibetanos, censuran el internet y no hay elecciones, y en Irán reprimen protestas cuando la gente duda de la veracidad de resultados electorales. Repito, de países tiránicos no espero apoyo.

Lo que deja mucho que desear es el silencio de países democráticos como Chile, Colombia, España, entre otros.

Me pregunto: ¿qué opinarán Rajoy, Rubalcaba, El Rey y los españoles en general sobre la manera en que se trató la salud del ex presidente Chávez?¿ No les recordará a la forma en que se trató la enfermedad del dictador Franco?¿ No tendrán una opinión lo españoles sobre el desconocimiento a las leyes e instituciones que ha habido durante dos meses?
 
Me pregunto: ¿qué opinarán los chilenos y Sebastián Piñera sobre la muerte del ex presidente Chávez? ¿No le recuerda al final de la era Pinochet? ¿Qué pensarán del grosero intervencionismo militar? ¿Acaso no tiene nada que decir un pueblo que tuvo que pasar por una tensa reconciliación, y que busca borrar de su historia el flagelo del pretorianismo?

Me pregunto: ¿qué pensará los colombianos y Juan Manuel Santos de la nueva prenda revolucionaria que utilizan los representantes de poderes públicos, la cual es muy similar a la utilizada por la guerrilla? ¿No es evidencia clara de que los poderes están parcializados hacia una facción política?

Eso en la práctica se traduce en permitir que el candidato presidente pueda abusar de los medios de comunicación durante la campaña. Se traduce en que pueda hacer eventos, inaugurar obras y emitir propaganda institucional a manera de campaña, incluso en forma de cadenas. Eso se traduce en que no se investigue de donde provienen los fondos para financiar las campañas, que probablemente vienen del dinero de todos los venezolanos.

Me pregunto: ¿Qué pensarían los argentinos si Macri (alcalde de Buenos Aires)  ante una aspiración presidencial tuviese que escuchar al alto mando militar afirmar que defenderán el Kirshnerismo, y que harían ganar a Cristina en unas eventuales presidenciales?¿ No se sentirían como en los tiempos de Videla? Estamos hablando que el tipo encargado de cuidar los votos con el Plan República anunció que hará ganar a un candidato (independientemente de lo que diga el pueblo).

Eso en la práctica se traduce en intimidación a los testigos, se traduce en permitir que en los centros de votación sucedan irregularidades, se traduce en permitir intimidación por parte de motorizados.

Mientras seamos un país petrolero, a otros estados poco le importará todo lo que he mencionado, pues no les interesa la gente que habita sobre nuestra tierra. Su vista más bien reposará sobre el oro negro que se encuentra bajo ella.

Por eso esta carta va dirigida a los pueblos del mundo, a las naciones, y no a los Estados. Si los pueblos comprenden lo que en realidad está sucediendo en Venezuela, serán ellos quienes presionen a sus Gobiernos a que se pronuncien al respecto. Son las naciones las que podrían poner un poco de principios en las decisiones de sus líderes, pero a menos que no presionen los pueblos a sus líderes, permanecerán en silencio.

Y es que nadie dirá algo en contra de lo que aquí sucede porque los Estados no son nuestros amigos, los Estados tienen intereses, y el petróleo es uno de ellos.