miércoles, 13 de junio de 2012

Las prioridades al revés: Cambiemos la educación venezolana


"El presupuesto debería reflejar los valores y prioridades de la nación y su gente"

Hace algunos días esuché que el presupuesto destinado a la educación se divide aproximadamente de la siguiente manera:

30% para la educación primaria

10% para la educación secundaria

60% para la educación superior

Algo de esa información ya manejaba, pues me habían dicho alguna vez que nuestra pirámide de inversión en educación es invertida, ya que destinamos más dinero a las universidades que a las escuelas y liceos.

De todas formas quise estar seguro, así que busqué el presupuesto oficial para el año 2012. Resulta que 40% es destinado a la educación superior y 60% a la educación integral. (Ver presupuesto de la nación para 2012 : Enlace 1 / Enlace 2 / Enlace 3 )

Sin embargo, lo que me sorprendió de todo esto y me hizo escribir el presente artículo no es la distribución en sí misma, sino la justificación detrás de ella.

El dinero invertido en los distintos rubros educativos no es producto de la creencia en que uno u otro sea el más importante. En verdad responde a la capacidad de presión o lobby que tienen los distintos sectores para exigir mayor inversión. En resumen, el sector que defiende mejor sus intereses obtiene más recursos.

El sector universitario puede defender mejor sus intereses por distintas razones. Cuentan con los gremios de profesores, con las federaciones de estudiantes, gremios de trabajadores, y además tienen alta capacidad de movilización y organización, pues las universidades (en especial las públicas) suelen reunir en un mismo espacio geográfico un número de gente muy grande. Por ejemplo, nada más en la Ciudad Universitaria de la UCV hacen vida unas 60 mil personas entre estudiantes, profesores y trabajadores.

La educación secundaria no tiene tanto poder de presión o lobby porque está dsorganizada. Al  estar atomizada en muchos liceos con cantidades modestas de estudiantes, resulta dificil articular esfuerzos con un solo objetivo.

No soy legislador ni nada por el estilo, pero es evidente que necesitamos cambiar la distribución del presupuesto educativo. Hoy en día tenemos nuestras prioridades al revés. Le estamos dando mayor importancia a lo secundario por sobre a lo primario. Por ello creo que en vez de escuchar a quien tiene una voz más poderosa (la universidad), deberíamos escuchar y atender a quien más lo necesita (la escuela y el liceo).

Entre las cosas que hay que hacer en educación formal,  lo más importante es garantizar buena educación primaria, luego educación secundaria, y por último educación superior. Uno primero aprende a leer en primaria, más tarde adquiere conocimientos de las 3 Marías en el liceo, y luego es que presentas una prueba de ingreso a la universidad.

La educación debe ser gratuita y de calidad en el nivel básico, pues es la oportunidad esencial que permite a los individuos crear capital humano. La idea es que todos reciban buena educación básica para que la gente pueda competir en igualdad de condiciones, por ejemplo, a la hora de presentar un examen de admisión a la universidad. Sin educación básica gratuita de excelencia la injusticia florece, pues comienza a crearse desigualdad, la cual poco a poco crece a medida que los chamos avanzan en el sistema educativo.


La mejor prueba de esto es el estudiante de la Universidad autónoma. En la USB y la UCV aproximadamente 80% de los estudiantes provienen de un colegio privado. Sin embargo, en el país aproximadamente 70% de los jóvenes estudian en liceos públicos.

Lo que esto refleja es que quien estudia en liceos públicos lamentablemente cuenta con cierta desventaja con respecto a quien estudia en colegio privado.

Además, recordemos que los índices de deserción escolar en nuestro país son bastante altos, fenómeno que ocurre principalmente en 7mo, 8vo y 9no grado. Por ello es tan común ver personas que finalizan la educación primaria, pero nunca alcanzan un título de bachiller. Esto trae una serie de consecuencias ya conocidas, como dificultad para conseguir buenos empleos, aumento en la posibilidad de tener un embarazo adolescente (pues las chicas no le ven utilidad a la educación secundaria) , o lleva a que algunos jóvenes que escapan de la educación formal caigan en la delincuencia.

Por supuesto, hay otros tipos de educación que son de gran importancia (como la formación para el empleo que debería llevar a cabo el INCES, esencial para crecer profesionalmente) , y tampoco digo que la universidad no sea importante.

Solo digo que deberíamos destinar más recursos a la educación (actualmente 2.4 % de nuestro PIB , lo cual es sólo un poco más de lo que gasta Chavez en juguetes militares) , pero más importante aún, debemos distribuirlos mejor. Solo de esta manera aseguramos verdadera justicia social, y aseguramos que los individuos crezcan y adquieran las capacidades que les permitan ser libres, emanciparse. Más inversión en aducación primaria, luego en eduación secundaria , y luego en universidades.

 
Sobre la educación superior

Todo esto que mencioné nos hace repensar la educación superior. En primer lugar porque deberían destinarse menos recursos (comparativamente) a la misma, y en segundo porque aún hoy no está cumpliendo su rol.

Voy a partir del supuesto que la Universidad Pública tiene dos funciones principales. En primer lugar formar capacidad humana para que los profesionales graduados de las mismas trabajen por el país. En segundo lugar ayudar a resolver los problemas del país, principalmente a través de la creación de conocimiento.

Como UCVista siempre aspiro ver a mi universidad (y a las universidad públicas en general)  venciendo las sombras y siendo de las mejores en Latinoamérica, como también cumpliendo su rol social con los venezolanos.

Hoy en día no se están cumpliendo estas funciones a cabalidad. Para que ello suceda las universidades públicas podrían llevar a cabo ciertos cambios:

Quien pueda pagar, que pague:
La Educación Superior es muy costosa, y los bienes públicos tienen prioridad para quienes realmente lo necesitan. Si las universidades cuentan con gran cantidad de personas provenientes de estratos A y  B  es de suponer que estas personas pueden pagar parte de sus estudios. Si me lo hubiesen exigido, creo que no hubiese tenido mayor problema en pagar parte de mis estudios. No digo que las matrículas deben ser exorbitantes, pero no está de más que quienes pueden realizar un aporte a la universidad, lo hagan. A partir de aquí se podría contar con recursos apreciables.

El que no estudia, pa'fuera:
Las universidades públicas de nuestro país se caracterizan por permitir algo insólito: Que quien no aprueba materias, que quien no estudia, pueda permanecer en la universidad, a veces por muchos años más de los que dura la carrera. Independientemente de cuál sea la razón, esto conlleva un gasto del Estado que no produce su fin. Inverstir en esos estudiantes que no se gradúan, significa dejar de invertir en gente que sí quiere surgir, que sí quiere estudiar. “No basta con ser universitario, hay que ser digno de esa condición”.


El que se gradúe, que se quede en el país:
La razón por la cual el Estado invierte en Educación superior, es para que los profesionales ayuden a construir un mejor país. Que alguien estudie en una universidad pública (que es básicamente como tener una beca) y luego se vaya del país, muestra que el Edo malgastó sus recursos. Si usted pide un crédito en el banco, usted debe devolverlo. 

Tenemos miles de hisotiras de ingenieros, médicos y otros profesionales brillantes que utilizan la formación que recibieron AQUÍ , de forma gratuita, para producir valor público (o privado) en el exterior. Eso es como pedir un préstamo a un banco, irte del país y nunca devolverlo. Si usted quiere irse del país estudie en una privada y por favor no se chulee al Estado, y no le quite la oportunidad de estudiar a alguien que si quiere usar el conocimiento por el bien del país.

Dar cabida a ingresos más allá del mérito:
Es necesario recordar que la Universidad cumple un rol social de gran importancia. Si bien el principal mecanimo de ingreso es y debe ser el mérito (prueba de ingreso) , no estaría mal que 10% de los cupos estén destinados a permitir el ingreso de los estudiantes de bajos recursos que más cerca estuvieron de ingresar. Esas son personas que agradecerían muchísimo contar con educación universitaria, pues la misma sería un mecanismo de ascenso social. Recordemos que la Universidad no está asilada de la realidad, y la realidad es que hoy en día los colegios privados brindan mejor educación que los liceos públicos. En ese sentido , la universidad funcionaría (un poco) como mecanismo correctivo que reduce las desigualdades entre la eduación básica pública y la educación pública privada

Ser más eficiente:
Hay una marcada burocratización de la universidad, como también un personal obrero y administrativo que requiere demasiados recursos. En universidades privadas 81 % del personal es docente y 19% es empleado u obrero, mientras que en las públicas 45% del personal es docente, y 55% es empleado u obrero.

Que el egresado contribuya:
No está de más que un egresado de universidad pública realice un aporte constante a manera de pagar su educación. Quizá no haya podido pagar cuando era estudiante, pero siendo profesional se le puede obligar a dar 1% de su sueldo a la Universidad.

Obtener recursos propios:
Las universidades pueden obtener recursos mediante la asesoría que prestan y los conocimientos que producen. Tanto el secto privado como el Estado se pueden beneficiar mucho de las investigaciones que se llevan a cabo en las univesidades, por ello se podría fomentar alianzas con ambos sectores, y así contar con fuentes alternativas de ingreso.


Estas son algunas ideas que pueden hacer a nuestras universidades verdaderos centros de excelencia que sirvan al progreso del país. Pero para alcanzarlas tenemos que llevar a cabo cambios que desafían tabúes, y no será facil pues quienes se benefician del status quo siempre opondrán resistencia al cambio. Pero si aquellos que legislan lo hacen teniendo en cuenta el bien colectivo, sabrán soportar la resistencia de sectores particulares.