domingo, 6 de mayo de 2012

Ideología y miopía. Elecciones en el extranjero.

"La religion es el opio de los pueblos". 

Así describía Marx las religiones, pues para él constituían una forma de adoctrinar a la gente en la aceptación del status quo, y les llevaba a ignorar, no comprender y no criticar muchas realidades. 

Yo creo que la ideología es similar al religión, en el sentido que nos lleva a la aceptación (y rechazo) de algunas ideas, y a la falta de crítica hacia ciertas realidades. Creamos prejuicios. 

El día de hoy François Hollande ganó las elecciones presidenciales de Francia. El candidato de la izquierda venció a la derecha, esta última representada por Sarkozy. O al menos así lo entendió mucha gente. 

Ahora que tengo blackberry sigo mucho lo que pasa en el mundo por twitter. Hoy leía en mi timeline los resultados de las elecciones, y leía también las reacciones de amigos y compañeros con respecto a la noticia. Algunos expresaban su felicidad por la victoria del socialista, otros expresaban fastidio por la victoria de Hollande. 

Mientras escribo este artículo (también en mi bb, estoy comenzando a amar estos aparatos) seguían apareciendo reacciones de compañeros ante los resultados. "Con la victoria de hollande la izquierda francesa regresa al lugar que debe" 

De hecho, seguramente mientras lees esto todavía hay gente opinando sobre el tema. 

Es un poco curioso como evaluamos a presidentes y candiatos de otros países a partir de información de terceros, y sobretodo a partir de nuestro marco ideológico. 

Me pregunto si todas estas personas que opinaron con intensidad conocían a fondo el plan de gobierno de Hollande, o el plan de gobierno de Sarkozy. Más allá de que lo hayan hecho o no, sus confiadas afirmaciones reflejan que evalúan las cosas guiados por etiquetas ideológicas, y no por el contenido que haya detrás de un candidato. 

Y siempre hacemos lo mismo cuando queremos evaluar unas elecciones. Averiguamos quien es el de la izquierda, quien es el de la derecha, y una vez que sabemos eso "apoyamos" el que pertenece a nuestra ala ideológica. 

Así de simple. O así de simplista, mejor dicho. 

Es muy probable que todo aquel que crea, se identifique , o sostenga fuertemente una ideología estará en desacuerdo conmigo, pero a mi parecer sostener, identificarse y defender la izquierda o la derecha a veces nos lleva a ser míopes. Distorcionamos la realidad a nuestra conveniencia. 

No estoy criticando que se defienda a la izquierda o a la derecha. De hecho me parece bien que se tenga una visión normativa del mundo, de como debemos organizarnos y por cuales ideas debemos luchar. 

Lo que sí critico es la miopía derivada de esta división. En primer lugar porque (a mi parecer) eso de Estado y mercado debería estar superado, división que Chavez se encarga de reforzar, haciéndome creer que si Chavez no existiese, no hubiese tantos defensores acérrimos del mercado y detractores del Estado como hay hoy en día en Venezuela. 


En segundo lugar, lleva a un maniqueísmo donde a los ñángara le huele mal cuando una propuesta dice "privado" y "seguridad" más de dos veces, y la juzga negativamente sin siquiera leerla, o a un derechoso le da alergia ver una propuesta que diga "Estado" e "igualdad" repetidas veces, aún desconociendo a fondo su contenido. 

Este maniqueísmo es el mismo que lleva a a un monton de europeos desinformados a pensar que Chavez es depinga porque es "de izquierda" y le tira mierda al imperio. 

Es el mismo maniqueísmo que lleva a algunos a comparar (muy equivocadamente, al mejor estilo "señora de El Cafetal" ) a Hollande con Chávez. 

A mí me parece muy de pinga que Hollande haya ganado, pero no creo que por ser socialista sea automáticamente bueno. 
Al igual que no creo que un candidato por ser de derecha es automáticamente malo. 

A veces detrás de las etiquetas hay realidades bastante distintas a lo que la etiqueta nos podría dejar pensar. 

Pero, quién tiene tiempo para informarse a fondo sobre todos los gobiernos y elecciones del exterior, y además hacerlo sin ningún tipo de prejuicio? 

Creo que nadie. 

Lo único cierto que nos deja el día de hoy, y otras elecciones recientes en Europa, es que los cambios han sido más que ir de la derecha a la izquierda, o viceversa. El cambio parece ser ir a cualquier lado, con tal que sea distinto al pasado. Nadie se mantuvo en el poder, y los radicales se fortalecieron (como Le Penn, o la extrema derecha e izquierda en Grecia). 

El viejo continente será muy viejo y culto, pero cuando están en crisis, hacen cualquier cosa.