“No pisemos el peine”.
Fueron las palabras de un amigo al analizar el secuestro de Ledezma por parte del Sebin. Al igual que él,
numerosos analistas y dirigentes de oposición creen en la teoría del pote de humo.
No voy a negar que desde el poder se pueden concebir acciones destinadas a distraer la atención de la opinión pública o la
agenda del rival hacia un tema que conviene al gobierno, pero definitivamente
estoy en contra de creer que todas las acciones políticas del gobierno son un
pote de humo para desviar nuestro foco de los temas
económicos y sociales. No todo es un peine, y aquí aprovecho para responder a
mi amigo, y en particular a numerosos dirigentes y analistas de oposición.
Tampoco quiero caer en debates estériles sobre cuáles temas
son más relevantes: Si los político-institucionales, o los económico-sociales.
Ambos importan, y mucho. De nada sirve que haya descontento social por razones
económicas si no puedes canalizar el mismo a través de medios institucionales,
o si no puedes presentarte como alternativa porque la población no te conoce
debido a la censura. De igual forma, de nada sirve luchar por democracia si no
capitalizas el descontento social que te hará mayoría y así te permita ganar elecciones en democracia. Eso es un debate que debería estar superado.
Sólo quiero llamar la atención sobre la verdadera
intención del gobierno al llevar a cabo esta clase de iniciativas. El
PSUV desde hace años tiene una clara agenda: Controlar y retener el poder a través del debilitamiento
de la sociedad y el fortalecimiento del Estado y factores de poder allegados al PSUV. En ese sentido, no sería absurdo creer que la mayoría de sus acciones van destinadas a cumplir dicho fin.
Con acciones como la de ayer, el PSUV podría estar matando dos pájaros de un solo tiro:
Encierra a Ledezma y logra así los objetivos de intimidar a la disidencia y mermarla
en su capacidad operativa a través del control de uno de sus actores, y al
mismo tiempo logra llevar la atención y agenda de la oposición a temas de
conflictividad y polarización, logrando que no nos enfoquemos en la brutal
inflación que nos tiene pelando, y la nefasta escasez
que destruye nuestra calidad de vida.
Lo tonto de nuestra parte sería separar ambas cosas, y pensar que son incompatibles. Las dos
están íntimamente relacionadas, por lo cual lo inteligente es vincularlas. No hay dilema alguno. Estamos pelando porque no hay democracia, y para vivir bien debemos recuperar la misma, por lo cual no son luchas distintas. El cambio de gobierno es una prioridad.
Lo inteligente es darnos cuenta que la crisis económica y social se debe al terrible régimen político que nos gobierna. Por tanto, para solucionar la crisis económica y social, debemos cambiar el régimen político.
Si queremos que nos rinda la plata, que encontremos productos y que haya seguridad, gente como Ledezema, Leopoldo y Ceballos deben regresar a la calle para hacer presión y exigir al gobierno que haga los cambios necesarios, y de no hacerlos, se les debe presionar para que abandonen el poder, pues voluntariamente no lo van a hacer. Esto es un curso de acción que deberían seguir todos en la oposición.
Si queremos vivir mejor debemos recuperar la democracia, y eso empieza por darnos cuenta que estos no son potes de humo, sino la verdadera razón por la cual estamos en crisis: Un gobierno dictatorial que quiere someter al pueblo con miseria. El pueblo ya hizo su elección, y así lo reflejan los números: Aprox. 70% de los venezolanos está molesto con la situación económica, y ese mismo porcentaje quisiera cambios en el gobierno . Sólo falta el liderazgo que lo canalice, y al parecer el gobierno mete preso a todo el que intenta asumir dicha responsabilidad.
¿Pote de humo?
No lo creo. Se llama estrategia.
Totalmente de acuerdo... por supuestos "potes de humos" se ha actuado durante mucho tiempo de forma errada... no se trata de generar noticias a diestra y siniestra para tapar hechos políticos contundentes, ni para distraer a los venezolanos por la situación económica. Todo lo que ocurre tiene una razón de ser y se fundamenta en querer perpetuarse en el poder, a cualquier precio.
ResponderEliminarBuen artículo colega ¡Saludos!
Me parece bien esta reflexión. Lo que no entiendo es el afán del autor de diferenciar su opinión de la de otros dirigentes políticos y analistas de oposición.Todos hemos mencionado los factores estratégicos que él plantea aquí, incluso algunos más. No veo que nadie se limite a la teoría del "pote de humo". Entonces por qué insiste en reducir a eso tan variadas opiniones que se han expuesto.
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